¿Se puede vivir rodeado de obras maestras en un hogar contemporáneo? La respuesta sería rotundamente afirmativa si echamos un vistazo al piso madrileño de Manolo March. Su abuelo, el banquero Juan March, fue un gran coleccionista, tradición que siguió el padre de Manolo, Bartolomé, quien amasó una importante colección que incluía cuadros de Velázquez, Picasso, Monet o Van Gogh.
En el salón, diván hecho a medida con cashmere de Loro Piana, esculturas de Brancusi e Igor Mitoraj y cuadro de Santiago Castillo.
 Algunos de sus recuerdos de niñez son un impresionante cuadro de Goya en la casa de Madrid asi como esculturas de Henry Moore y Barbara Hepworth en el jardín de la casa familiar de Mallorca. No es de extrañar que Manolo escogiese estudiar Historia del Arte en Nueva York. Lo cierto es que March ha estado siempre rodeado de belleza y su propia casa no podía ser menos.
March en el hall con escultura de Jean Arp.
En el hall de la entrada, biombo de Jose María Sert de los 40.
En el comedor el chandelier de los años 50 cuelga sobre la mesa diseño del propio March. El banco está revestido con piel de Bottega Veneta y las sillas son Luis XVI. Los cuadros de Lorenzo Tiepolo son una de las obras favoritas de March “casi parecen fotografías” afirma.
En el dormitorio principal, cama hecha a medida de terciopelo púrpura, la manta de visón es de Loro Piana y el escabel está revestido con tela de Gastón y Daniela. Las lámparas de las mesitas son de cristal de Murano . Los cuadros del Hubert Robert datan del siglo XVIII.
Un cuadro de Santiago Castillo cuelga sobre una cómoda de los años 30.

Pictures: Elle Decor photographer: William Waldron.

Gloria González

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